Una buena sensación. Mercedes-Benz ha sometido a los nuevos chasis a pruebas intensivas. Entre ellas se incluyen ensayos de larga duración y en el banco de pruebas con hidropulsadores de diversos componentes, como los ejes o los depósitos. También los nuevos motores han sido probados en las condiciones más extremas, desde el hielo del Círculo Polar hasta el calor abrasador y el polvo de Sudáfrica, para su implementación en autobuses completos o su uso en camiones con un peso del conjunto de carretera de hasta 40 t. Las pruebas incluyen también solicitaciones máximas, muy superiores a las que tiene que afrontar un autobús urbano en condiciones reales. Todo con un único objetivo: la tranquilidad que da el contar con una base sólida para disponer de un autobús urbano y suburbano exigente, rentable y ecológico.

Menos emisiones no tienen por qué significar más peso: Mercedes-Benz ha logrado implementar un grupo Euro VI sin aumentar el peso. El nuevo eje trasero es una de las muchas medidas con las que los ingenieros de desarrollo han podido compensar el inevitable aumento de peso que conlleva la homologación Euro VI. También permiten reducir el peso el nuevo revestimiento insonorizante del motor y alternadores más ligeros y potentes, así como el uso de aceros de gran resistencia en el bastidor optimizado. El resultado: ni un kilo de más e idéntica estabilidad.